¿Qué es el azufre y dónde se encuentra?

El azufre siempre ha tenido una connotación negativa, ya que se ha relacionado con los volcanes, con el desagradable olor a huevos podridos e incluso con el infierno. No obstante, el azufre es uno de los elementos más abundantes del planeta y, a su vez, uno de los más utilizados. En este artículo te explicamos qué es el azufre y el dióxido de azufre, para qué sirve y algunas de sus propiedades más sorprendentes.

¿Qué es el azufre?

Antes de conocer para qué sirve el azufre, es importante comprender exactamente qué es el azufre. Encontrarás al azufre en la tabla periódica con el símbolo S dentro del grupo 16 y el período 3. Está, por lo tanto, clasificado como un no metal.

Como ya te hemos adelantado, el azufre es uno de los elementos más abundantes en el planeta. De hecho, ocupa la posición 16 en la lista de elementos con mayor presencia en la Tierra. Y lo más sorprendente de todo es que el azufre es el séptimo mineral más abundante del cuerpo humano.

Aunque el descubridor del azufre no se conoce con total seguridad, hay pruebas de que este elemento ya se usaba en el Antiguo Egipto y la Edad Media. Aun así, no fue hasta 1770 que se consideró oficialmente al azufre como un elemento químico de la tabla periódica. Fue el científico francés Antonie Lavoisier quien desempeñó un papel muy importante para conseguir el reconocimiento del azufre como elemento químico.

Propiedades del azufre

Las numerosas propiedades del azufre lo convierten un elemento de lo más interesante. Una de sus características más curiosas es que en estado sólido es inodoro e insípido. Sin embargo, al arder, desprende una llama azul y libera dióxido de azufre (SO₂). Este compuesto es el causante del inconfundible olor a huevos podridos.

Además, el dióxido de azufre es un gas incoloro e irritante que se libera en procesos industriales como la combustión de carburantes fósiles o, de forma natural, en erupciones volcánicas. Cuando el dióxido de azufre entra en con contacto con agua pasa a convertirse en ácido sulfúrico.

Otra de las curiosidades más fascinantes del azufre es su capacidad de adoptar diferentes formas o alótropos según la fase en la que se encuentra. Por ejemplo, al aumentar la temperatura, el azufre sólido se convierte en un líquido amarillo más transparente y espeso. Luego, al alcanzar su punto de ebullición a 115 ºC, se transforma en un líquido rojo extremadamente viscoso.

Por último, el azufre es un elemento químico insoluble en agua pero se puede disolver en disulfuro de carbono y benceno. Además, se trata de un elemento muy activo, lo que hace que se pueda combinar con la mayoría de los elementos.

Origen del azufre

Llegados a este punto es hora de averiguar dónde se encuentra el azufre. A temperatura y presión estándar de la Tierra, el azufre se encuentra en estado sólido junto con otros minerales como son la pirita o la galena. Sin embargo, si buscas azufre puro, tendrás que hacerlo en regiones volcánicas. Este es uno de los motivos por los que en la Antigüedad este elemento químico se asociaba con el propio infierno.

Existen cuatro métodos a la hora de extraer el azufre: el proceso de Frasch, que es similar a las exploraciones petrolíferas y consiste en fundir el azufre presente en yacimientos subterráneos; la oxidación del gas natural con sulfuro de hidrógeno; fundiendo rocas que contienen azufre; o manualmente a partir de depósitos de azufre localizados en las cenizas volcánicas.

Para qué sirve el azufre

A pesar de que el desagradable olor a huevos podridos es lo más conocido del azufre, sus aplicaciones son mucho más extensas y antiguas. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar ya en la primera fórmula química de la pólvora: nitrato potásico, carbón y azufre.

Ahora bien, ¿sabes para qué sirve el azufre en la actualidad? Sigue leyendo para descubrir la relevancia de este elemento químico en una gran variedad de procesos industriales.

USOS DEL AZUFRE

En este apartado te presentamos los cinco principales usos del azufre.

ÁCIDO SULFÚRICO:

La mayor parte de la producción del azufre se destina a la producción de ácido sulfúrico. Se trata de un compuesto químico derivado del azufre usado en una amplia gama de sectores, desde la producción de fertilizantes hasta la manufactura de detergentes.

JABÓN DE AZUFRE

Muchos cosméticos contienen este elemento químico entre sus ingredientes. El principal fin del jabón de azufre es limpiar la piel grasa gracias a su efecto antiseborreico. Por esta misma razón, también se utiliza en cosméticos para pieles con tendencia al acné y en champús con efecto anticaspa.

CAUCHO

Otro de los usos del azufre es la producción de caucho. A través del proceso de vulcanización se logra aumentar la resistencia del caucho. Para ello, se mezcla el azufre con el caucho y se somete a temperaturas elevadas. Gracias al azufre, productos tan habituales como los neumáticos adquieren una mayor resistencia al desgaste.

DEFENSA CONTRA PLAGAS

Además de los usos comentados, el azufre en polvo juega un papel muy importante como fungicida para los cultivos. Este elemento químico aporta ventajas integrales para toda la planta porque evita el crecimiento de hongos y ácaros y contribuye a mejorar los mecanismos de defensa naturales de las propias plantas.

AGUAS SULFUROSAS

Las aguas sulfurosas son aquellas con alto contenido en azufre. Y, como habrás intuido, es muy fácil detectarlas. Su olor es una de las principales señales. Al igual que sucede con los cosméticos, este tipo de agua con azufre presenta diferentes beneficios para la piel, especialmente para aquellas pieles con acné o dermatitis atópica.

El azufre en el cuerpo humano

A pesar de la gran cantidad de usos industriales del azufre, la aplicación más importante para nosotros la realiza en nuestro propio organismo. Como ocurre con otros minerales, un déficit de azufre puede afectar a nuestra salud. Así pues, el azufre es indispensable porque es uno de los constituyentes de algunos de los aminoácidos necesarios para sintetizar proteínas, además de participar en numerosas reacciones metabólicas.

Generalmente consumimos una cantidad suficiente de azufre a través de nuestra alimentación. De hecho, un exceso de azufre también sería perjudicial y provocaría diferentes problemas de salud.

En conclusión, el azufre es un elemento químico ampliamente presente en la corteza terrestre y en nuestro propio cuerpo. Y, al contrario de lo que sucede con el dióxido de azufre, sus propiedades lo han convertido en un elemento de gran relevancia desde la antigüedad.