¿Qué es la vitamina C y para qué sirve?

La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina esencial para la salud y con grandes beneficios para el cuidado de la piel. En este artículo te explicaremos para qué es buena la vitamina C, hablaremos del ácido L-ascórbico y de cómo tomar la vitamina C: de forma oral o tópica.

Vitamina C: ¿para qué sirve?

Los principales beneficios de la vitamina C son sus efectos antioxidantes y fotoprotectores, ya que previene el daño de los radicales libres. Por lo tanto, es un principio activo especialmente interesante si vas a exponerte a la radiación solar o al humo del tabaco.

Además, es uno de los productos antienvejecimiento con mayor evidencia científica, junto con el retinol. Ayuda a la formación de colágeno, reduce la hiperpigmentación y previene el fotoenvejecimiento.

Vitamina C: propiedades y contraindicaciones

Una de las principales características del ácido ascórbico es su inestabilidad, lo cual lo convierte en un producto difícil de formular. Además, la vitamina C es fotosensible, lo que significa que se oxida fácilmente en contacto con la luz o el aire. Por esta razón, los productos con vitamina C casi siempre tienen un envase oscuro y es importante conservarlos en lugar oscuro y fresco.

Hay que destacar que la vitamina C es más estable cuando su pH está por debajo de 3,5 o cuando está formulada sin agua. Su combinación con otros antioxidantes, como el ácido ferúlico o la vitamina E, también ayuda a su estabilidad, por lo que es recomendable utilizar productos con estas características.

Por otro lado, el ácido ascórbico es una vitamina hidrosoluble, así que cuesta más que penetre en la piel. Para que sea más efectivo, búscalo en concentraciones de entre 8 % y 20 %. De hecho, el porcentaje óptimo es 15 %. También debes tener en cuenta que usar la vitamina C en proporciones mayores no va a aumentar sus beneficios y, en cambio, incrementa las posibilidades de que te irrite la piel.

Ácido ascórbico vs ácido L-ascórbico

Probablemente hayas escuchado estos dos términos y no sepas exactamente cuáles son sus diferencias. Para entenderlo, debes saber que la vitamina C tiene dos isómeros: el ácido D-ascórbico y el ácido L-ascórbico.

Nuestra piel metaboliza con más facilidad el ácido L-ascórbico, mientras que tiene grandes dificultades para absorber el ácido D-ascórbico. Por este motivo, es más recomendable buscar productos que incluyan específicamente ácido L-ascórbico, ya que es el isómero que realmente va a proporcionar beneficios a tu piel.

También debemos mencionar que, aunque de forma natural la vitamina C tiene sus dos isómeros, en su forma sintética es posible aislar el ácido L-ascórbico, el que tiene una mayor actividad fisiológica.

Vitamina C para la piel

Por supuesto, es necesario tomar alimentos con vitamina C ya que, como te explicamos más abajo, tiene grandes beneficios para nuestra salud. Sin embargo, poca de la vitamina C que ingerimos llega a la epidermis. Por esta razón, si lo que te interesa es el cuidado de la piel es recomendable aplicarla también de forma tópica.

En el mercado tienes una gran variedad de productos con vitamina C: desde cremas y sérums hasta ampollas de vitamina C puras. ¡Tienes tantas opciones que incluso te será difícil elegir!

Como ya hemos comentado, es interesante buscar un producto en el que se combine la vitamina C con otros antioxidantes y, de esta forma fomentar sus beneficios al tiempo que se aumenta la estabilidad del ácido ascórbico.

También es recomendable usar la vitamina C junto al protector solar. Y es que aunque la vitamina C no absorbe la radiación solar sí que ayuda a protegerte de los radicales libres.

Por otro lado, los beneficios de la vitamina C son diferentes según el momento del día en que se aplique. En la rutina matutina es ideal para combatir el daño solar, mientras que por la noche favorece la síntesis de colágeno.

Además, no es necesario que uses cada día una crema con vitamina C. El ácido L-ascórbico se acumula y sigue actuando sobre la piel hasta cuatro días después de haberla aplicado. Por lo tanto, con 2/3 días de aplicación a la semana es más que suficiente para obtener todos los beneficios de la vitamina C.

Alimentos con vitamina C

Como ya hemos comentado, la vitamina C tomada vía oral no aporta grandes beneficios a la piel pero sigue siendo un nutriente indispensable para nuestra salud. El motivo es que nuestro organismo no es capaz de sintetizarla por sí mismo, por lo que necesita obtenerla a partir de los alimentos. De hecho, la falta de vitamina C es causa de enfermedades graves como, por ejemplo, el escorbuto.

Hay una gran variedad de alimentos que contienen vitamina C. Entre ellos destacan las verduras de hoja verde y las frutas cítricas.

• Frutas con vitamina C: al pensar en la vitamina C siempre nos vienen a la mente las naranjas o los limones. Sin embargo, hay muchas frutas con más contenido en ácido ascórbico, como la papaya, la guayaba, el tomate, el kiwi, el pimiento o las fresas.
• Verduras con vitamina C: entre las verduras con más contenido en vitamina C, destacan el brócoli, el kale, las coles de Bruselas, la espinaca, el perejil y la coliflor.

Como ves, la vitamina C es tan importante como nutriente que como principio activo para el cuidado de la piel. Tanto aplicada de forma tópica como oral, el ácido ascórbico te aportará muchos beneficios. Eso sí, como has podido ver, estos serán diferentes en cada caso.